Este invierno hemos estado muy ocupadas, la puesta en marcha de Aló! nos ha llevado mucho tiempo y apenas hemos podido coser para nosotras mismas o hacer transformaciones de prendas, ¡con lo que eso nos gusta!
Os queremos enseñar cómo podéis arreglar un vestido y que pase de estar olvidado en el armario a ser uno de vuestros favoritos.
Este vestido de color morado era muy corto, era casi una camiseta larga, y no era cómodo, fue un regalo de cumpleaños y era tan bonito… ¿cómo lo iba a devolver? Lo normal es sacar el dobladillo, pero hay veces que está cogido tan justo que no se puede alargar nada. Así que lo primero era buscar una tela que combinara con el vestido.
Esta nos pareció perfecta, ya sólo quedaba fruncirla haciendo una bastilla (un pespunte pequeño) y coserla al bajo del vestido para hacer un volante. La medida suele ser el doble o el triple del diámetro del bajo según el frunce que se quiera, cuanto más ancha sea la tela, más frunce tendrá.
Además de conseguir alargar el vestido unos centímetros, le dimos otro aire, ahora tiene más movimiento y lo mejor, ¡es único!