Hace un tiempo que el otoño ha llegado para quedarse. Dar un paseo en esta época es un placer para la vista. El otro día dejamos por un rato telas y agujas y salimos a comprobar los cambios en la ciudad.
La verdad es que ya apetece ponerse ropa abrigada, un gorro, una cinta que tape las orejas… ¿Qué os parece?